La verdad es que por primera vez no tengo mucha info que
aportar a este post, una imagen (en este caso más) vale más que mil palabras.
Me parece que lo más valioso de esta recomendación es vivir
la experiencia de probarlo. En mi caso fui con my love y a él no le
motivan mucho este tipo de sitios, aunque esta vez me quiso sorprender y reservó
para comer los dos (tienes que reservar porque hacen un número de menús
determinados y, por ejemplo, ahora en verano, no abren para la cena. Está completo
normalmente).
Yo creo que en esta ocasión en la hazaña de querer
sorprenderme el a mí, se sorprendió él en primer lugar, porque estaba todo
¡¡¡¡¡riquísimoooooo!!!!
Valió rotundamente la pena el almuerzo, la comida súper
rica, la materia prima extraordinaria, la atención inmejorable y el sitio súper
agradable. Terraza frente al mar y nos tocó un tiempo perfecto.
Nos pedimos un plato degustación, donde viene una reseña de
varios platos de la carta de ese día. Se los recomiendo si quieren probar
varias cosas.
Los platos están bien servidos en lo que se refiere a cantidad.
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El gazpacho de remolacha muy fino, sin excesivo sabor a ajo.
La tortilla de papa y cebolla (sin huevo) ¡Sencillamente alucinante!
Consiguen hacer una masa con mijo y entiendo que algo de cúrcuma para aportarle
el color del huevo que queda clavada a una tortilla convencional.
Las peras gratinadas me gustaron mucho, le pegan al entorno.
El enrollado o crep de remolacha con ensalada tibia dentro
estaba de chuparse los dedos, nunca mejor dicho, como se resbala la verdurita,
te los terminabas chupando ;-).
La ensalada de tomate y mozzarella vegana... sin
comentarios. Me pude haber comido dos raciones.
Los panes caseros y el alioli vegano, de vicio. ¡No quedó ni
uno!
Como segundo plato y para compartir, nos pedimos un risotto
de setas shiitake. Les cuento con esto... No me pido risotto en casi ningún
sitio, ya que muchas veces no me gustan por la excesiva cantidad de mantequilla
o el punto de cocción del arroz. Aquí sabía que la ocasión lo merecía y
finalmente estuve en lo cierto. Estaba delicioso.
De postre nos pedimos ya por gula, que estábamos repletos de
comida, un chesecake con base raw de espelta y frutos secos, una crema vegana
hecha de coco y la cubierta de frutos rojos. Estaba taaaaan buena que de pensar
que no la terminaríamos, no quedó no rastro en el plato.
Si tienes algún amigo o familiar vegetariano o vegano. Si
simplemente te gusta comer bien o si te apetece vivir una experiencia diferente
en un restaurante donde no se come nada animal pero, sin embargo, está todo
buenísimo, te recomiendo, después de muchas visitas a este tipo de
restaurantes: @sameloveg (SAMELO veg in abades)
Pequeño, casero, diferente, con amor y buen rollito.... y lo
mejor! Aún poco conocido.
Si eres del sur o te mueves por esa zona, me he enterado de
que hacen unos cursos de cocina vegetariana increíbles.
¡Hala ahí les dejo con las ganas!
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