Los tiempos han cambiado. La distancia
hasta el lugar de trabajo, los horarios laborales y el propio estrés imponen un
nuevo ritmo de vida. Así tanto en grandes ciudades como en medianas y pequeñas,
miles de personas, en vez de comer en casa a mediodía toman un menú rápido, un
bocadillo, restos de comidas anteriores o cualquier apaño de última hora. Los
almuerzos han pasado a ser el tentempié perfecto para después hacer una buena
cena en casa, una más elaborada. Y esto suponiendo el mejor de los casos, ya
que me suelen hablar de cenas también rápidas y poco sanas. La consecuencia ya
la conoces, no te voy a decir nada nuevo, pero te traigo al consciente que esto
desemboca en una alimentación poco saludable, repetitiva, insulsa y a menudo
demasiado cara.
Por esto, hoy quiero refrescarte la
memoria y ofrecerte las pautas para hacerte…
¡Una ensalada 10!